20 Dec
20Dec

Desde que son niños, debemos comenzar a concienciarles de lo importante que es llevar una buena alimentación y una vida saludable, para evitar problemas de salud, tanto físicos como mentales.

Caramelos, bollería, dulces o chucherías recompensan a los más pequeños ante algunas acciones de su quehacer diario. Pero, ¿qué se consigue con ello?

Premiar con dulces determinados comportamientos genera malos hábitos en los niños y hace que cada vez se vuelvan más caprichosos. 

Así, sólo se debería premiar lo que en realidad se merece una gratificación ya que, si el niño o niña recibe una recompensa por una acción que es de su competencia, exigirá todavía más cuando se le pida un esfuerzo mayor.

Si los alimentos dulces se toman como comidas extra del día, es probable que en las comidas principales el niño pierda las ganas de comer y desarrolle, cada vez más, una inapetencia por alimentos más saludables, con lo que será más difícil que coma lo que tiene en el plato (lo que en realidad le alimenta). 

Cabe recordar que todos los hábitos alimentarios y las conductas que, poco a poco, se van adquiriendo a lo largo de la infancia resultan cada vez más difíciles de modificar. Por tanto, son aspectos que aclaran la necesidad de no convertir las recompensas en algo contraproducente.

Las uvas son un gran alimento saludable que se puede dar como al fueran caramelos, ellos lo pueden ver como una chuche sana si les acostumbramos.

De nosotros depende crearles unos hábitos saludables para que tengan un futuro más sano.

Esto no quiere decir que les privemos de dulces y alimentos mas "caprichoso" , solo les enseñamos lo que debe basar su alimentación diaria y lo que es algo extra y muy ocasional.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO